La sesión de la Marina fue un poco locura.

Me escribió hace unos meses, explicándome que cumplía 30 años y que le apetecía una sesión Smash Cake diferente, chic y alocada.

Que tenía ganas de buscar la atrezzo, los complementos para ella, el pastel de cumpleaños y por supuesto, comérselo y ensuciarse como tiene que ser en un Smash Cake.

Y así lo hicimos. Cuadramos agendas porque ella vive en Londres y yo estaba hasta arriba de reportajes de boda, y nos encontramos al bosque.

No puedo decir otra cosa que fue un pasada. Marina estaba comodísima, solo le iba dando algún truco y enseguida entendía a que me refería y lo hacía con naturalidad. La sesión avanzaba sola y ella reía y estaba divina.

La acompañaban su madre, su pareja y una amiga, y cuando fue el momento de comerse el pastel…Oooooh my god! fue el momento culminante, ensuciándose toda la cara y riendo sin cesar.

Cuando se vio en las fotos ¡estaba sorprendida! Guapísima, feliz y con la cara ¡muy sucia de pastel!

Por muchos años más Marina, cuando quieras volver a hacer una locura, ¡repetimos!

Laia Ylla

Pastel: Sweet Events by Jess