Cuando me propusieron Ona y Roger hacer su Postboda en la Casa del Semáforo, me encantó la idea.

Me habían hablado, había visto sesiones aquí, pero nunca había estado, y esto que muchas sesiones de playa que no son las que hago a la Costa Brava, están en una playa muy próxima de Gavà.

Empezamos a andar por un sendero que pasaba por delante del cuartel de Carrabiners, que dejaríamos por la segunda parte de la sesión, y fuimos directos en la Casa del Semáforo. Una construcción curiosísima que parece mentida que exista allá en medio de la nada y delante del mar.

El día era nublado y el mar tomaba colores increíbles, y la vista desde la pasarela que entra a la casa era espectacular.

Líneas que se cruzaban, nubes que se mezclaban con el mar y lo volvían todo de un parecido fantástico.

Ellos dos, divertidísimos, sueltos, cómodos, una compañía increíble, hicieron que la sesión saliera perfecta, sin prisas, natural y muy completa.

Me gusta cuando son los novios que me lleven a descubrir nuevos rincones, siempre con el reto de la luz y el espacio que me encontraré.

Un placer, haber vuelto a fotografiaros, Ona y Roger.

Laia Ylla