Antes de que me dedicara a la fotografía, el invierno no me gustaba nada. Sólo me parecía frío, gris y aburrido.

Pero cuando puse en marcha mi proyecto y descubrí que las mañanas tienen vida y luz, y que la temperatura a mediodía puede ser buenísima, se me abrió un mundo.

Hace unos días pasé por este campo al que hago muchas sesiones y al ver el tendido de flores que ahora mismo hay, decidimos ir a pasear.

Parecía primavera, hacía muy bueno, y estuvimos muy a gusto. Así que me he decidido a subiros esta mini sesión.

No siempre hay que esperar a la primavera para tener unas preciosas fotos con flores, la luz ahora en invierno es preciosa.

Laia Ylla