Hace muchos años conocí a Carla por casualidades de la vida, y este julio le hacía el reportaje de su boda.
Ella fue de las primeras personas que me pidió presupuesto para una sesión de fotos, cuando hace 6 años arrancaba con este proyecto…y si miro atrás, cuántas cosas han pasado, cuántos novios, cuántas caras de emoción.
Poder acompañar a Carla y Pau ha sido una satisfacción personal.
Fue una boda muy bonita y sencilla, con los preparativos y fiesta en Can Astilla, rodeados de viñas, una calurosa tarde de julio.
Los novios se vistieron por separado e hicieron un «first look» antes de entrar a la ceremonia donde los esperaban sus invitados. Y seguidamente pasaron a un aperitivo muy agradable fuera de la masía.
Después de unos días calurosos, el cielo se tapó y se tiñó de todos los colores posibles para dejarnos caer un pequeño chubasco que no alteró nada pero nos refrescó y nos dio un cielo espectacular.
Ella llevaba un Jordi Anguera que se movía deliciosamente a su paso, y estaban felices.
La sorpresa de la noche, fue a la presentación del pastel, la actuación de una bailarina profesional, que danzó una pieza del Lago de los Cisnes. Precioso para empezar los postres.
Pareja, ¡mucha suerte y que disfrutéis mucho del nuevo camino que continuáis!
Laia Ylla
Espacio: Finca Ca n’estella
Catering: Fusió
Vestido: Jordi Anguera
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